Por qué no se puede ignorar al otro joven de Toro Rosso
Texto: Ben Anderson, Autosport:
Max Verstappen ha monopolizado los titulares en Toro
Rosso durante los últimos 12 meses, pero como explica Ben Anderson, Carlos
Sainz también merece su cuota de atención en el equipo junior de Red Bull.
A Carlos Sainz se le podrían perdonar algunas miradas
codiciosas hacia el otro lado del garaje de Toro Rosso.
He aquí un chico que se ganó su llegada a la Fórmula 1 a
través del programa junior de Red Bull, habiendo sido campeón del nivel
justamente inferior, la Formula Renault 3.5, y puntuado en su debut en Fórmula
1.
Aun así, es la juvenil sensación del otro coche la que
acapara la atención.
El auge de Max Verstappen es la historia perfecta para
Red Bull.
Cogieron un talento en bruto con menos de un año de
experiencia en monoplazas y lo pusieron en Fórmula 1 antes de que tuviera edad
para sacarse el carné de conducir. Todo o nada.
Y hasta ahora Max lo ha estado haciendo bien, lo cual
supone una forma genial de promocionar una marca de bebidas energéticas a una
nueva generación. Un chico entre hombres que puede enseñar a los viejos cómo se
hacen las cosas.
Ha habido destellos de velocidad sensacionales, buenos
resultados y algunos adelantamientos espectaculares. No hay duda de que
Verstappen ha acaparado mucha atención mediática de la Fórmula 1 en los últimos
12 meses.
Para Sainz, de 20 años de edad, destacar ha sido más
duro. Al igual que Max, que es hijo del piloto de los 90 Jos Verstappen, Sainz
viene de una familia del motor. De hecho no hay mucho más que el 'Rey' Carlos
Sainz, bicampeón del Campeonato del Mundo de Rallyes y héroe en España.
Pero al menos a Carlos llegar a la Fórmula 1 le ha
permitido deshacerse de la etiqueta de 'hijo de' que le había acompañado
durante su trayectoria junior. Ahora se enfrenta al reto de destacar ante
Verstappen sin el beneficio publicitario de un auge nada convencional en las
categorías inferiores.
No nos equivoquemos, Verstappen se ganó su oportunidad
siendo sensacional en el kárting y en la Fórmula 3 europea. De no ser así, Red
Bull no lo hubiera incorporado delante de las narices de Mercedes con un
contrato cerrado de tres temporadas.
Pero la historia de Sainz es más convencional: Fórmula
BMW, F3, GP3, F3.5, y ahora la F1. Sainz ha hecho actuaciones excelentes, pero
no ha disfrutado de resultados tan sólidos, no ha podido usar esa experiencia
extra para dominar a Verstappen y no ha causado el mismo efecto inmediato.
Autosport le expone esto a Sainz mientras nos sentamos
para ponernos al día en el paddock, y él revela que es algo en lo que en
ocasiones ha pensado.
"Es un buena tema y al mismo tema un tema al que
resulta difícil responder", responde mientras se ajusta la gorra de Red
Bull en la cabeza. Ya no es la gorra gris de la suerte que mantenía desde que
ganó en 2014 la FR3.5, la gorra que el año pasado Fernando Alonso lanzó al
público del Gran Premio de España. "No es fácil, pero en primer lugar, Max
se merece el reconocimiento y la atención. Está haciendo un buen
trabajo".
"Desde mi punto de vista personal, lo primero que me
preocupa es lo que Red Bull piense de mí, lo que Franz Tost piense de mí, lo
que Helmut Marko piense de mí, y sé que ahora mismo piensan que mi primer año
fue muy positivo".
"A comienzos de 2015 nadie hablaba conmigo. ¡No
existía! Si yo no obtengo el mismo grado de atención mediática y reconocimiento
porque no tengo la misma edad que Max, o lo que sea, es algo con lo que tengo
que vivir. No puedo comerme la cabeza por esto. No mentiré, a veces puede ser
frustrante, ¡pero te acostumbras!"
Él destaca que la gente empezó a tenerlo más en cuenta a
medida que progresaba la última temporada. Está en lo cierto. Su temporada
debut fue muy exitosa a su propia manera, pero no fue tan obviamente destacada
como la de su compañero de equipo.
Sainz hizo algunas actuaciones geniales, pero sufrió los
problemas de fiabilidad que Toro Rosso tuvo en 2015, incluidos cuatro abandonos
consecutivos por problemas relacionados con el motor en los Grandes Premios de
Austria, Gran Bretaña, Hungría y Bélgica, todas ellas carreras en las que
siendo realistas podría haber sumado puntos.
Sin embargo, estuvo muy igualado con Verstappen en el
duelo interno en las sesiones de calificación y causó una silenciosa pero
infravalorada impresión en Toro Rosso.
"Es un chico brillante con el que trabajar, ha
rendido por encima de las expectativas", reconoce el director técnico de
Toro Rosso, James Key.
"Carlos ha preparado un plan muy maduro de lo que
quiere conseguir".
"Le da a Max un buen punto de referencia en cuanto
al tipo de feedback que se espera a este nivel. Carlos se puso a ello y nos dio
el feedback que necesitábamos".
"Hemos quedado superimpresionados por él, la verdad.
Yo no estaba aquí cuando (Jean-Eric) Vergne y (Daniel) Ricciardo empezaron, por
lo que es difícil hacer comparaciones con sus inicios, pero sí que estaba aquí
cuando (Daniil) Kvyat empezó y a él se le valoraba increíblemente bien.
Es algo similar a lo que tenemos ahora con nuestros pilotos".
La gente hace bien al hablar de la madurez de Verstappen
-es extraordinariamente maduro para tener 18 años-, pero Sainz está
probablemente un paso por encima en ese aspecto. En 2015 tuvo en repetidas
ocasiones problemas en carrera que no eran culpa suya, pero la forma en que
evitó que eso le afectara hizo que la gente prestara atención.
La forma de mantener la cabeza alta, deshacerse de la
decepción y seguir adelante hacia el nuevo desafío, es el tipo de fortaleza que
Red Bull y Marko quieren ver en sus pilotos. Es el tipo de reacción ante la
adversidad que le gana el respeto del público. También es un chico afable, le
gusta ver el lado divertido de las situaciones que son malas.
"Es una persona muy madura", añade Key.
"No se perturba fácilmente, no guarda rencor, es muy fácil trabajar con
él. Un chico estupendo. Ha estado algo por debajo del radar y se merece más
reconocimiento que la que quizá ha obtenido".
Sainz tuvo tantos contratiempos la temporada pasada - su
motor Renault rompiéndose de forma regular, un gran accidente en los
entrenamientos de Rusia, una salida estúpida en la lluviosa calificación de los
Estados Unidos - pero siempre se recuperó de forma instantánea. Volvía al coche
y volvía a ello inmediatamente para discretamente impresionar a Red Bull con la
calidad de su pilotaje.
Para Red Bull el rendimiento cuenta por encima de los
resultados. Y mucho de eso está vinculado a la actitud. Si actúas como un
estúpido, Red Bull perderá la paciencia contigo muy rápidamente. Es por eso que
Verstappen estuvo bien al pedir perdón rápidamente por sus quejas por radio en
Australia.
En esa carrera se centró demasiado en su compañero de
equipo y las cosas fueron mal. Ese es el peligro real de ambos pilotos, es
inevitable porque en última instancia luchan entre ellos por un futuro en la
Fórmula 1 con Red Bull.
"A veces ves estas cosas porque a) todavía son
jóvenes y apenas es su segundo año, y en segundo lugar porque se dicen muchas
cosas positivas de ellos por el año pasado", explica Key. "Por lo que
por supuesto que hay presión, y la presión de Red Bull".
"Es natural competir contra tu compañero de equipo,
pero la mejor forma de progresar es preocuparte por ti mismo. Fíjate en cuando
Daniel Ricciardo se fue a Red Bull. Se concentró en hacer su trabajo y maduró
mucho. Eso es lo que se les ha pedido también a nuestros pilotos.
Parece que Sainz ya exhibe la concentración exigida. Las
primeras carreras de la temporada no han ido exactamente según lo planeado, por
lo que debe mantenerse resolutivo una vez más y evitar caer en la frustración.
Debe ayudarle mucho poder admirar a una de las personas
más concentradas de todo el paddock. El bicampeón del mundo Alonso - también
español - es una especie de mentor para Sainz, que está decidido a seguir el
ejemplo de su héroe de la infancia para tener éxito en la Fórmula 1.
"Mi proceso de aprendizaje con Fernando ha sido muy
extraño, porque él nunca me diría directamente cómo trazar una curva o cómo
llegar a un circuito y (aprender) la parte técnica de la pista", explica
Sainz. "Se trata más de ir a cenar con él, de ver su actitud de 'killer'.
"Puedes ver cómo se fija en cada detalle. Hablas con
él durante una comida y ves que habla de detalles en los que tú quizá ni habías
pensado, de cosas de la salida o de tu posicionamiento en la primera
vuelta".
"De repente te das cuenta. ¡Wow! Este chico es listo
y piensa exactamente lo mismo. Tiene sed de victorias. Simplemente por tener
estas conversaciones con él, no necesariamente sobre carreras o coches,
aprendes que para ganarle o ser campeón del mundo tú mismo has de ser un poco
como él".
"Has de tener hambre, has de ser metódico,
detallista. Él es un punto de referencia en cuanto a comportamiento, tanto en
el aspecto personal como en el técnico".
Alonso, aunque no es perfecto, es un perfil bastante
bueno para un piloto joven que intenta curtirse una carrera larga y exitosa en
la cumbre de las carreras de monoplazas.
Sainz puede que hasta ahora no haya recibido las mismas
alabanzas que su compañero Verstappen, pero a su propia y discreta manera está
dando a Red Bull y al resto de la familia del paddock de la Fórmula 1 algo
bueno en lo que pensar, y ciertamente se está asegurando de que no pueda ser
ignorado.
